Fútbol

ARDIÓ EL CLÁSICO EN MACIEL

Que vengan los bomberos

Por Araceli Huerga

Un clásico siempre es un partido diferente. Pero el clásico macielense tiene un condimento especial. El domingo 13 se disputó la segunda fecha de la Liga Regional Sanlorencina y allí estaban los dos equipos, el local Alba Argentina frente al Club Maciel. Dos radios transmitieron en vivo el encuentro, mientras que un canal de cable reflejó durante la semana posterior los mejores momentos del partido. Entre ellos, el fuego que hinchas del visitante, con la inesperada ayuda de un policía, lograron avivar.

Se pronosticaba una verdadera fiesta del fútbol y así fue. El clima era espectacular: las banderas flameaban, la gente gritaba, cantaba, saltaba y alentaba. También se percibían las ansias y el nerviosismo de todo el público.

Antes de los 10 minutos, el partido ya estaba 1 a 1. Justo después del empate de Alba, un hincha del Club Maciel arrojó una bengala al campo de juego porque creyó que la llama ya se había apagado, pero no fue así. La pequeña chispa que quedó fue suficiente para prender fuego el pasto al costado de donde se encontraba atajando el arquero local. Como si fuera poco, uno de los 50 oficiales que estaban en la cancha se acercó y comenzó a arrojar papeles con su pie para apagarlo, cosa que, obviamente, logró avivarlo y hacer más grande el pequeño incendio.

No sólo el fuego fue lo llamativo del momento. Después del frustrado intento del efectivo policial para apaciguarlo, llegaron más personas con baldes de agua y también el utilero de Alba con un tronco de dimensiones importantes pero no precisamente para ayudar a combatir las llamar. Se acercó a la hinchada del Club Maciel y le pegó con el palo al tejido donde estaban apoyadas varias personas generando la bronca de algunos y la risa de otros. Un jugador del equipo visitante quiso calmar al agresor pero, para su sorpresa, estuvo a punto de ser golpeado por el hombre.

Como lo ameritaba la situación, el utilero fue expulsado de la cancha. Después de unos diez minutos el partido se reanudó y el encuentro terminó como debía: siendo una verdadera fiesta del fútbol.