jueves, 26 de abril de 2012

Fútbol

UN ÁRBITRO DEBE SER SEGURO

Situaciones límites

Por Carolina Bravo

     El señor Julio Navicelli, de 55 años, ejerció hace un tiempo la labor de juez en el fútbol y vivió situaciones límites como las que hoy en día muchos árbitros viven dentro de un campo de juego. Actualmente está al frente de la comisión del Colegio de árbitros de la Liga Casildense de Fútbol, ejerciendo su labor en el puesto de presidente. En este cargo puede ver las cosas desde afuera de forma más tranquila, no olvidando nunca lo vivido dentro de la cancha y lo difícil que es esta profesión. 
     En ese marco, Navicelli habló sobre las diferentes actividades que el colegio practica con los árbitros. Una de ellas son las clases que se realizan los jueves para total capacitación de los mismos. Además se refirió a la actividad en concreto y afirmó: “Lo difícil de las reglas de juego no es saberlas, sino aplicarlas”.
     José Luis Olivo, de 23 años, vive plenamente las situaciones límites, ya que en la actualidad ejerce la actividad en una cancha de fútbol, pero no como jugador de un equipo sino como máxima autoridad del juego. Su experiencia es amplia y difícil de contar, porque sólo ellos saben lo que se siente tener que ser justos, aplicando reglas en cuestión de segundos. 
     Como la situación actual del arbitraje a nivel nacional es un tema que preocupa a muchos, ambos dieron su punto de vista para intentar aclarar ciertos aspectos que flotan en el aire y que desconciertan tanto a jugadores como a espectadores. “Yo soy un gran defensor de los árbitros, porque solamente uno que convive con esta familia sabe que no se equivocan a propósito -afirmó el presidente-. Además quiero decirles que el mejor árbitro es el que menos se equivoca, no aquel que no se equivoca nunca”.
     Por su parte, Olivo dio su punto de vista acerca de los errores que ya se hicieron costumbre y dijo que estos no se deben a la falta del saber del reglamento, y que tampoco se cometen para favorecer a ningún equipo, ya que hay demasiadas cámaras que toman todo y al final los terminaría perjudicando a ellos.
     Luego Navicelli aseguró que muchos de los errores que se cometen se deben “a la falta de carácter o falta de personalidad de los árbitros”, ya que “hay jueces que se animan a aplicar esa ley dentro del área” y hay otros que “no se animan a aplicar lo mismo cuando sucede también en la mitad de la cancha”. No obstante declaró: “No se puede unir los  criterios, porque lo que para una persona es foul, para otra no lo es, por eso como es una profesión tan difícil se ven los errores, aunque no descarto que muchos se laven las manos”.
     Entre los temas tocados, se habló sobre el protagonismo que intentan tener las hinchadas y se analizó si esto se debe a que en cierto punto la falta de carácter y autoridad de los jueces las estén incorporando estos simples espectadores. Al respecto, el presidente de la Liga Casildense afirmó: “Hay tipos a los que los mata el miedo escénico, el qué dirán, y está el otro que entra a la cancha convencido de lo que va hacer y que lo que va hacer va a estar bien”.
     Por su parte, el juez Olivo se introdujo en el tema diciendo que “si los jugadores no ganan el partido dentro de la cancha, los árbitros no tienen la culpa” y no por eso los hinchas deben agarrársela con ellos. Además agregó que “nunca se puede conformar a las dos hinchadas y mucho menos al banco de suplentes, incluyendo al técnico”.
     Cuando un árbitro pita y cobra, sabe que no hay vuelta atrás y aunque luego se dé cuenta de que fue un error, debe continuar. A veces se evalúa si estos errores son los que condicionan a los jueces para que continúen teniendo un mal arbitraje en el encuentro. A partir de su experiencia personal, Olivo dijo: “Yo creo que no, el error ya está cometido, pero a medida que pasa el tiempo uno trata de corregir esos errores”. Luego agregó: “Vos te vas de la cancha con la gente insultándote, te vas con el pensamiento que cometiste un error pero que intentaste hacer las cosas bien”.
      Hay dos puntos de vista interesantes para remarcar que pueden responder a las dudas que hoy acuden a muchos. Una de ellas es el carácter o la personalidad del árbitro. A falta de carácter no se puede pretender que se apliquen las 17 reglas existentes de forma correcta ya que a algunos, por el miedo escénico, les cuesta aplicar de forma igualitaria la ley. El otro punto es no olvidarse que estas personas que deciden como máxima autoridad dentro de un campo de juego también son humanos, lo que remite nuevamente a las palabras del señor Navicelli: el mejor árbitro no es quien no se equivoca nunca, sino el que menos se equivoca.

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