Fútbol

PACIENCIA Y EXPERIENCIA

Lucharla desde abajo

para cumplir el sueño

Nicolás Capellino, el reflejo de la lucha en las inferiores

La base es la dedicación para poder cumplir con el objetivo

Por Aylen Inocenti

Nicolás Capellino, jugador de Atlético de Rafaela, arribó al club cuando era muy chico con la ilusión de llegar a ser jugador profesional. Desde las inferiores, está buscando un lugar en el plantel de Primera pero como en todo club le está costando por diversos motivos. El mediapunta de tan sólo 22 años explica cómo es lucharla desde abajo y lo difícil de poder mantenerse una vez que se logró el objetivo. También hace referencia al momento que está atravesando el club que lo vio nacer.

- Siempre te destacaste en las inferiores de Atlético de Rafaela, ¿creés que fue eso lo que llevó a que debutaras tan joven en la primera del club?

- Creo que lo que me llevó a debutar en la Primera de Atlético fue el interés y la dedicación que le daba a los entrenamientos, y el esfuerzo que hacía en cada partido que me tocaba estar, así sean 10 minutos o todo el partido.

- ¿Por qué creés que le cuesta tanto a un jugador de la cantera del club ser titular en el plantel profesional?

- Pienso que es difícil ser titular porque estamos en una etapa de crecimiento. Hay refuerzos que vienen de otros lados y por lo general se pregona la experiencia, pero no quita que un joven no cumpla los mismos papeles que la gente más capacitada. Lleva tiempo, períodos de adaptación y madurez para afianzarse como titular.

- En tu caso en particular hace mucho que la venís remando desde las inferiores. ¿Por qué creés que no terminás de consolidarte en el plantel de Primera?

- Pienso que cuando debuté, allá por el 2007,  no me sentí del todo maduro, por lo que me costó la consolidación en ese entonces. Luego vinieron otros técnicos que prefirieron traer otros jugadores por lo que me tocó volver a jugar en inferiores y volver a empezar. Quizás eso retrasó un poco mi proceso, pero hoy estoy consolidado y esperando la chance para afianzarme.

- Demostraste en la Copa Argentina que podés ganarte un lugar en el plantel de Primera. ¿Creés que sólo depende de uno mismo o el director técnico es el que toma la decisión de que juegues en uno u otro torneo? ¿Por qué creés que sucede eso?

- En la Copa Argentina me tocó jugar y lo tomé como una buena alternativa porque venía de una lesión importante, una pubalgia, que me dejó relegado casi un año completo y marginado totalmente de los entrenamientos. Hoy puedo decir que el técnico influye mucho en un jugador porque Darío Forestello me apoyó y me dio la confianza necesara para volver a empezar. Jugar en Catamarca por la Copa significó volver al ruedo, agarrar ritmo y ese rodaje que me faltaba para estar en óptimas condiciones.

- ¿Por qué creés que los juveniles tienen lugar en la Copa Argentina pero no en el campeonato de Primera?

- Los que no vienen jugando o vienen de lesiones importantes como la que me pasó, utilizan la Copa, que es de menor importancia para sumar minutos, y tratar de estar al nivel que el técnico necesita para que a uno lo convoquen.

- Atlético no está pasando por un buen momento futbolístico. ¿Creés que con los chicos del club y algunos más experimentados se puede salir de esa situación?

- Atlético no está pasando por un buen momento, pero va a salir de esta situación juegue quien juegue, porque tiene un plantel ambicioso, que siempre va para adelante y quiere más. Eso te hace ser rico en expectativas positivas.

- El año pasado hicieron una campaña muy buena pero en lo que va del campeonato no se ha visto a aquel equipo. ¿A qué se debe este mal momento?

- Pienso que la campaña que se hizo en el ascenso fue extraordinaria, y la primera rueda en Primera también fue muy buena. No es poca cosa obtener 25 puntos en la primera rueda. Hoy estamos en esa racha negativa, pero no me quedan dudas de que vamos a salir de esto porque estamos con muchas ganas, comprometidos de lleno con la institución. Quizás se deba a la pérdida de confianza o a los cambios de esquema, pero estamos trabajando para volver a ser los de antes.