lunes, 23 de abril de 2012

Fútbol


PURA PASIÓN POR EL FÚTBOL
Alma, corazón y vida

Por Jonathan Carruega

La sensación previa sentida al entrar a un campo de juego es algo inexplicable según los futbolistas. La euforia y el entusiasmo que pueden sentir en todo su cuerpo se trasmite al nerviosismo que a veces puede jugar en contra por la adrenalina que los rodea. Puede ser contraproducente y llevarlos a cometer errores dentro de la cancha.
Pero la previa al suceso más esperado como lo es el primer pitazo del referí dando la orden para arrancar es algo atrapante para cualquier jugador. Como la charla técnica del entrenador, donde se espera impaciente que llegue el momento que se den los once que van a salir al verde césped y escuchar su nombre, de allí en más esperar atento y ver qué función se debe cumplir, dónde moverse y que es lo que el técnico pretende del jugador para ayudar a sus a compañeros de la mejor manera.
Son sensaciones que se van dando sobre la marcha, nunca una es igual a la otra, ni siquiera la semana próxima donde viven prácticamente algo similar ya que será otro el rival y otra la planificación que se da en la semana para afrontar el partido.
Cada semana y cada encuentro son algo especial, algo que un jugador de fútbol no quiere perderse por nada en el mundo: el jugarlo, el saber que la gente los mira, los insulta o admira es difícil de expresar con palabras. Saber que sus seres queridos esperan detrás de un alambrado para que vayan a dedicarle un gol, y ver sus caras de felicidad, eso no lo cambia por nada, porque para eso se entrenan día a día y tratan de mejorar partido tras partido.

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